Adicción al tabaco – Reporte de investigación
¿Hay diferencias entre hombres y mujeres a la hora de fumar?

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Generalmente, los hombres tienden a consumir todos los productos de tabaco en mayor cantidad que las mujeres.128 En 2015, el 16.7% de los hombres adultos y el 13.6% de las mujeres adultas fumaban cigarrillos.129 Esas diferencias pueden estar relacionadas con una combinación de factores fisiológicos (particularmente las hormonas ováricas), culturales y conductuales.130

Los resultados de estudios de neuroimágenes sugieren que el fumar activa más los circuitos de recompensa en los hombres que en las mujeres.131 Este hallazgo concuerda con la idea de que los hombres fuman por el efecto reafirmador de la nicotina, mientras que las mujeres lo hacen para regular el estado de ánimo o en respuesta a señales relacionadas con el cigarrillo. Un estudio de las respuestas al estrés y las ansias intensas de tabaco entre mujeres y hombres que estaban tratando de dejar de fumar halló que, durante la abstinencia, los niveles más bajos de cortisol (la hormona del estrés) predijeron la recaída en los hombres. Sin embargo, lo que predijo la recaída en las mujeres fue el nivel alto de cortisol.132 Otros trabajos sobre la abstinencia hallaron que fumar un cigarrillo con nicotina, en comparación con un cigarrillo sin nicotina, alivió los síntomas de abstinencia y el estado de ánimo negativo más en los hombres que en las mujeres. Las mujeres obtuvieron el mismo alivio de cigarrillos con y sin nicotina, lo que sugiere que para ellas la droga fue menos gratificante que para los hombres.133 

El deseo intenso de fumar (compulsión) es el motivo principal que hace que a quienes fuman cigarrillos les resulte difícil dejar, y esa compulsión puede ser desencadenada por señales sensoriales y por el estrés. Las investigaciones sugieren que las mujeres experimentan ansias más intensas de fumar que los hombres en respuesta al estrés,134 pero los hombres podrían ser más sensibles a las señales del entorno.135 Además, datos longitudinales de encuestas internacionales realizadas en cuatro países industrializados indicaron que no hubo diferencia entre hombres y mujeres en cuanto al deseo de dejar de fumar, los planes para dejar de fumar o los intentos de dejar de fumar. Sin embargo, las mujeres fueron un 31% menos propensas a tener éxito.136 Un motivo por el que las mujeres pueden tener dificultad para dejar de fumar es el aumento de peso después de dejar el tabaco. Es necesario abordar esta preocupación en las sesiones de asesoramiento conductual y en los tratamientos complementarios de todos los fumadores.137

La menor tasa general de abandono del tabaquismo en las mujeres puede reflejar diferencias de género en respuesta a medicamentos específicos (véase “¿En qué consisten los tratamientos para la dependencia del tabaco?”). Por ejemplo, la vareniclina tiene mayor eficacia en el corto y mediano plazo (a 3 y 6 meses) entre las mujeres que fuman. Sin embargo, los índices de cesación son similares para hombres y mujeres a un año cuando usan vareniclina.138 En contraste, una combinación de vareniclina y bupropión fue menos eficaz para dejar de fumar entre las mujeres que entre los hombres.139

Otra preocupación particular relacionada con el consumo de tabaco en las mujeres es fumar durante el embarazo (véase "¿Cuáles son los riesgos de fumar durante el embarazo?").