El uso de las drogas psicodélicas y disociativas como medicamentos

Dos medicamentos disociativos están actualmente aprobados por la FDA: la ketamina, que está aprobada como anestésico, y su derivado, la esketamina, para la depresión resistente al tratamiento. La FDA también ha otorgado la designación de "terapia innovadora" a dos formulaciones de psilocibina que se están estudiando para determinar su seguridad y eficacia como tratamiento médico para la depresión. La FDA también designó a la MDMA como una terapia innovadora para acelerar su investigación como tratamiento para el trastorno de estrés postraumático (PTSD por su sigla en inglés).

La tecnología, como las imágenes cerebrales, amplió la capacidad de los científicos para estudiar drogas psicodélicas y disociativas en el laboratorio, lo que estimuló una nueva ola de investigación a principios de la década de 1990. Hoy en día, se estudian muchas de estas sustancias para determinar sus posibles efectos terapéuticos, junto con las dosis adecuadas y la mejor manera de administrar los tratamientos correspondientes, como la terapia conversacional. Las áreas de investigación incluyen:

Trastornos por consumo de sustancias.

Los investigadores estudian la psilocibina como una posible terapia para tratar el trastorno por consumo de alcohol y para dejar de fumar. El NIDA también está financiando ensayos que investigan la terapia asistida con ketamina para la adicción a la cocaína (en inglés) y la metanfetamina (en inglés). Otro estudio está investigando si la administración de dosis subanestésicas de ketamina durante la atención de emergencia podría ayudar a reducir el consumo de drogas y el riesgo de suicidio entre las personas con trastorno por consumo de opioides.

Depresión y ansiedad.

Varios estudios se centran en si la psilocibina puede ser un tratamiento eficaz para la depresión y la ansiedad. Algunos estudios han demostrado que la ketamina puede mejorar significativamente los síntomas en pacientes con depresión resistente al tratamiento.

Trastorno de estrés postraumático (PTSD por su sigla en inglés).

Los investigadores estudian la terapia asistida con MDMA para personas con trastorno de estrés postraumático grave.

Ansiedad relacionada con el final de la vida.

Los estudios analizan si los psicodélicos pueden reducir la ansiedad y la depresión en las personas con cáncer y pueden promover el bienestar y la calidad de vida.

Dolor crónico.

Algunos estudios indican que los psicodélicos psilocibina y LSD pueden tener el potencial de aliviar los síntomas de las condiciones de dolor crónico como las cefaleas en brotes, el dolor lumbar, el dolor relacionado con el cáncer y el dolor del miembro fantasma.

La terapia asistida por psicodélicos, o terapia asistida por ketamina, si se usa esa sustancia, es cuando el uso de drogas psicodélicas o disociativas se integra con otros tratamientos, principalmente la terapia conversacional. Aunque se necesita más investigación, los científicos piensan que estas sustancias promueven cambios cerebrales que tienen el potencial de promover patrones de pensamiento saludables, lo que podría respaldar la efectividad de la terapia conversacional.

Por ejemplo, algunas de estas sustancias tienen efectos en el estado de ánimo que pueden aumentar el éxito de la terapia conversacional. Pueden promover la confianza, la sociabilidad y la apertura a las sugerencias; disminuir la ansiedad; y reducir la preocupación o el diálogo interno de una persona. Estos efectos también pueden ayudar a las personas a superar emociones o experiencias desafiantes con su terapeuta. Cambiar los patrones de la actividad cerebral de una persona también puede alterar las vías de pensamiento y comportamiento habituales y potencialmente negativas, lo que ayuda a las personas a adoptar formas de pensar nuevas y más positivas. Para obtener más información, visite "¿Cómo funcionan las drogas psicodélicas y disociativas en el cerebro?"

Un enfoque típico es administrar estos medicamentos en una a tres sesiones, combinadas con asesoramiento, en un entorno relajante diseñado para ayudar al paciente a ser receptivo a nuevas percepciones, pensamientos y sentimientos, incluidas las experiencias de tipo místico. Sin embargo, hasta la fecha, solo la esketamina está aprobada por la FDA para uso terapéutico.

¿Cómo afectan las "experiencias místicas" a los resultados de las drogas psicodélicas o disociativas?

Algunas personas que consumen drogas psicodélicas o disociativas informan haber tenido una experiencia mística, un cambio en la percepción que puede incluir sentir una fuerte sensación de asombro y de unidad con todo lo que existe. Esta experiencia nueva y potencialmente significativa puede inspirar cambios cerebrales que pueden afectar las emociones, la perspectiva y el comportamiento de una persona.

Los investigadores aún no tienen claro si es necesario tener una experiencia mística, que también conlleva el riesgo de efectos secundarios como el miedo, para que los medicamentos funcionen. La investigación en terapia asistida con psilocibina sugiere que existe una correlación entre la experiencia mística y los resultados positivos para el tabaquismo, el alcohol, la ansiedad al final de la vida y la depresión. Pero algunas investigaciones de laboratorio sugieren que es posible que la psilocibina tenga efectos antidepresivos sin causar cambios en la conciencia o la percepción. Los científicos también están investigando sustancias que pueden ser químicamente similares a los psicodélicos que pueden tener los mismos beneficios terapéuticos sin estos efectos que alteran la mente.

Sí. Se necesita más investigación a largo plazo y a gran escala, pero la evidencia hasta ahora sugiere que el uso supervisado de estas sustancias, como en los estudios clínicos, tiene efectos negativos mínimos para la salud. Sin embargo, los participantes en estos estudios comúnmente informan que sienten miedo, confusión o ansiedad, y han tenido efectos secundarios como náuseas, vómitos, dolor de cabeza, fatiga y presión arterial alta. Además, las sustancias psicodélicas y disociativas pueden causar graves efectos secundarios negativos cuando se utilizan fuera de un entorno clínico. Para obtener más información, visite "¿Son seguras las drogas psicodélicas y disociativas?"

Algunas personas informan de la "microdosificación" de drogas psicodélicas, normalmente LSD o psilocibina. La microdosificación se refiere tomar regularmente de estas drogas en cantidades muy pequeñas, normalmente entre una décima y una vigésima parte de una dosis recreativa típica. Las personas informan que se microdosifican para disminuir los síntomas de salud mental como la depresión y el estrés, mejorar la productividad y aliviar el dolor. Sin embargo, la investigación hasta la fecha no ha establecido si la microdosificación es segura o eficaz.

Es fundamental realizar más investigaciones sobre la seguridad, la eficacia y los mecanismos de acción de las sustancias psicodélicas o disociativas. Sin embargo, existen múltiples desafíos para llevar a cabo esta investigación, que incluyen:

Establecimiento de controles de investigación.

La personalidad de una persona y las expectativas de la experiencia antes de tomar una droga psicodélica, llamada mentalidad o "actitud", y las personas y lo que lo rodean, llamados "entorno", juegan un papel en la forma en que responden a ella. Los científicos tratan de establecer los mejores protocolos de estudios clínicos para probar cómo funcionan estos medicamentos en las personas. Deben evaluar el papel de la actitud y el entorno y la importancia de la experiencia psicodélica o mística que puede acompañar al uso de las drogas. También deben averiguar cómo medir y controlar los efectos del placebo, que es cuando las expectativas de una persona sobre cómo funcionará un medicamento influyen en su respuesta a este. Debido a que los efectos de una droga psicodélica o disociativa son tan distintivos, es difícil encontrar otra sustancia que imite sus efectos dentro de un ensayo clínico controlado.

Experiencias desafiantes para los participantes.

Algunas personas que toman estos medicamentos tienen experiencias que alteran la mente y que pueden causar miedo, ansiedad o paranoia. En un estudio sobre los efectos de las dosis altas de psilocibina en 18 adultos, el 94% informó de una experiencia duradera y significativa hasta un año después, pero el 39% también informó de un miedo extremo durante la sesión de tratamiento.¹

Problemas de salud mental.

Existe cierta evidencia de que las drogas psicodélicas podrían provocar o desencadenar enfermedades similares a la esquizofrenia en personas con factores predisponentes, pero poca evidencia de que causen problemas psiquiátricos a largo plazo para la mayoría de las personas. Como medida de precaución, los participantes con psicosis o trastorno bipolar previamente diagnosticados y, a veces, con otras enfermedades mentales, están excluidos de la participación, pero esto puede limitar el conocimiento sobre los efectos y la seguridad de las drogas en el mundo real. Para obtener más información, consulte "¿Cuál es la relación entre las drogas psicodélicas y disociativas y las enfermedades mentales?"

• El NIDA lleva a cabo y apoya investigaciones preclínicas (de laboratorio) para comprender mejor cómo las drogas psicodélicas y disociativas afectan a las células y la actividad de las diferentes regiones del cerebro, y cómo cualquier cambio cerebral afecta a la salud, el estado de ánimo y la percepción de las personas.
• El NIDA también apoya la investigación clínica sobre el potencial terapéutico de estas sustancias, en particular para el abandono del tabaco y los trastornos por consumo de sustancias, así como los estudios sobre su consumo y sus efectos en la salud en entornos del mundo real.
• El Instituto también apoya la investigación de sustancias que son químicamente similares a las drogas psicodélicas y disociativas y que pueden tener efectos terapéuticos, pero sin efectos secundarios como alucinaciones, alteración de la percepción, malestar físico u otros efectos negativos para la salud.